Por La Redacción.-
Santo Domingo, Rep. Dom.
(28 Mayo 2015).- Ana
Beatriz Fernández, teniente de corbeta y directora médico de la Comisión
Militar y Policial de Obras Públicas, es una mujer a quien las adversidades no
han podido derrumbar; por el contrario, han sido aliciente para llevar un
mensaje de vida.
Amor
de madre por encima de dificultades
Diagnosticada
hace siete años de esclerosis múltiple, del tipo remitente recurrente, ha
tenido que lidiar con los padecimientos debilitantes propios de esa afección, y
al mismo tiempo conjugar el amor de madre y compartir con su pequeña de 9 años,
Ana Valentina, mostrándole un rostro de esperanza, ejemplo y dignidad.
Vida
activa al servicio del país
Ella
habló de su vida activa, de sus servicios al país a través de la institución a
la que pertenece, en un encuentro con los representantes de los medios de
comunicación, en el salón Orlando Martínez del Palacio Nacional, junto al
portavoz del Gobierno, Roberto Rodríguez Marchena.
De
ella, el también director de Comunicación de la Presidencia, recordó su
valiosísimo accionar en el operativo de la última Semana Santa, cuando salvó la
vida de Euris Alberto Batista, accidentado en la Autovía del Este y ella, sin
importar los impedimentos físicos, tuvo la energía suficiente de sacarlo del
camión donde quedó atrapado.
Días
de la esclerosis múltiple y de las madres
La
presentación de su historia coincide con la celebración mundial, el último
miércoles del mes de mayo, del Día de la Esclerosis Múltiple y al mismo tiempo,
como un digno ejemplo de la madre dominicana, cuyo día se conmemora el próximo
domingo.
Seguir adelante, decisión y fe
Para
Ana Beatriz Fernández Durán, salir adelante ha sido una decisión, apoyada por
una profunda fe en Dios, de levantarse de la cama y dedicar sus fuerzas y
energías a su trabajo y al amor de madre, irradiado a su pequeña, quien la
acompañó en el encuentro con los periodistas.
Cultivar
valores es el camino
“Estamos
cultivando valores y aparte de eso necesitamos un poco de chispa de vida y ante
las tantas dificultades que nos presenta la vida tenemos que seguir adelante”,
dijo, demostrando la firmeza y seguridad de una mujer, que a la vez, está
convencida de que vivir con esperanza es el mejor camino.
“No
podemos verlo como un problema sino como un mensaje de que la naturaleza te
inspira a luchar, a servir”, dijo Ana Beatriz Fernández Durán.
Estudió
y se graduó
Para
ella su situación “la agarró de sorpresa”. Inició sus estudios de medicina en
Cuba y allí inició la sintomatología, pero, posteriormente tuvo que abandonar
la vecina isla para reiniciar sus estudios en la Universidad Autónoma de Santo
Domingo, donde vadeó las dificultades y logró coronarse como médico.
Formó
parte del equipo de atletismo de la entonces Marina de Guerra, pero “los
números no me daban, porque me sentía débil, me sentía cansada y ya luego,
cuando vi que no podía seguir corriendo, solicité el ingreso al cuerpo médico,
como estudiante de medicina, para continuar mi carrera”.
Meritoria
Esa
historia de vida, refirió, no ha sido obstáculo para desarrollar una carrera
meritoria al servicio del país. Su hija, con una sonrisa impregnada en el
rostro, la ha acompañado en algunas de las fases de su condición de salud y en
esta parte, explica que la ha concientizado para entender los retos que trae
consigo este padecimiento.
Su
trabajo en Comisión Militar de Obras Públicas, optimismo
Para
Ana Beatriz, su vida, su trabajo y la valoración de su ejercicio en la unidad
médica de la Comisión Militar y Policial del Ministerio de Obras Públicas, ha
fomentado parte esencial de su optimismo y decisión de echar hacia adelante.
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