Por EFE.-
El quinteto de Golden State venció a
Cleveland 122-103 y se pusieron 2-0 en la serie que define el campeón del
baloncesto estadounidense.
Stephen
Curry explotó con nueve triples, récord en un partido de las Finales, y los Golden State Warriors se colocaron con ventaja de 2-0 tras
derrotar a unos Cleveland Cavaliers (122-103) que
volvieron a depender en exceso de un LeBron James muy aislado en ataque.
Curry
batió el récord de Ray Allen (que anotó ocho triples en las Finales de 2010 contra los Lakers) para firmar 33 puntos, 8
asistencias y 7 rebotes, mientras que Kevin Durant aportó
26 tantos, 9 rebotes y 7 asistencias. Klay Thompson, que era duda por un
esguince de tobillo, sumó 20 puntos. Curry (9/17) anotó tantos triples como
todos los Cavaliers (9/26).
James lideró una vez
más a los suyos con 29 puntos, 13 asistencias y 9 rebotes. Con esa marca, el
jugador se sitúa como el segundo máximo anotador en la historia de las Finales
(1.318 puntos) y solo tiene por delante a Jerry West (1.679 puntos).
Kevin Love agregó un doble-doble de 22 tantos y 10 rebotes, pero los de TyronnLue
echaron de menos una mayor aportación de hombres como J.R. Smith (ovacionado en
la presentación por su despiste en el primer partido), Jeff Green, Kyle Korver
o Jordan Clarkson.
El español José Manuel
Calderón sumó 4 puntos, 2 rebotes y 1 asistencias en los últimos tres
minutos. La decisión de Kerr de incluir a JaVale McGee
como titular surtió efecto y el pívot respondió a la confianza con dos mates en
el primer minuto dentro de un inicio dominado por los locales con un 15-6 pleno
de intensidad y acierto en el tiro (7/7).
Los Cavaliers no se
amilanaron, apretaron las tuercas atrás y entre James, Smith y George
Hill cortaron la euforia de su rival (21-17) coincidiendo
con los problemas de faltas de Durant, que se marchó al banquillo en el minuto
8. James aprovechó esa ausencia (26-24) a pesar de la sangría que sufría su
equipo en la zona, donde los californianos llegaron a registrar un 11/11 en el
tiro.
Los locales, con
Durant de vuelta y en plan estelar, imprimieron una marcha más en el segundo
cuarto (39-30) con tres jugadores (Durant, Curry y Thompson) en dobles dígitos de anotación llegados al minuto 18. Con
Durant como catalizador, Golden State frenó una pequeña reacción (51-44) y se
disparó hasta los 15 de ventaja (59-44) a pesar de la tercera personal de
Thompson, que no jugó los últimos cuatro minutos de ese periodo.
A Cleveland, con un
Love poco entonado por entonces (2/10 al descanso), se le empezaba a ver su escaso fondo de armario. Solo James y Hill
estaban a la altura (el banquillo aportaba cuatro puntos)
frente al arsenal de los Warriors.
El factor McGee seguía
presente (12 puntos, 6/6), aunque Love, consciente de que necesitaba dar un
paso adelante, anotó cuatro triples en el tercer periodo para neutralizarlo. Lo
mismo ocurrió con Tristan Thompson, quien no dejó pasar el maná que repartía James al
contraataque y penetrando en estático (78-73).
El alero estrella de
los Cavaliers había preferido involucrar a sus compañeros durante el resto del
partido y la fórmula funcionó, hasta que llegados al último cuarto, Curry tomó cartas en el asunto y dinamitó el
choque desde el perímetro con cinco triples, incluido uno inverosímil, tras un
cambio de dirección por la espalda y agotándose el tiempo de posesión.
James, que no había
descansado en todo el partido, se marchó al banquillo a falta de cuatro minutos
para el final y 111-93 en el marcador.
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