Por
AP.-
Puerto Príncipe, Haití (31 Mayo 2016).- Las autoridades electorales de Haití
comenzarán a deliberar el martes si deben anular los resultados de la disputada
primera ronda de las elecciones presidenciales del año pasado, como recomendó
una comisión especial que habría detectado un fraude significativo.
El jefe del consejo electoral haitiano,
Leopold Berlanger, declinó comentar las conclusiones de la comisión el lunes
por la noche, diciendo que el ente necesitará hasta el 6 de junio para examinar
el informe y anunciar un nuevo calendario electoral.
El Consejo Electoral Provisional (CEP)
tiene la última palabra en cuestiones electorales.
El responsable de la comisión de
verificación, Pierre François Benoit, dijo a The Associated Press que los
miembros de su comité quedaron tan conmocionados por la revisión, que duró un
mes, que no tuvieron otra alternativa que recomendar que el proceso comience de
nuevo y se anule el balotaje que se había pospuesto en varias ocasiones.
Auditaron una muestra elegida al azar de 25% de las aproximadamente 13.000
hojas de conteo de las casillas electorales.
La comisión fue designada por el
presidente interino del país, Jocelerme Privert, que asumió en febrero en medio
de un prolongado estancamiento electoral debido a la percepción generalizada de
fraude electoral.
"Tras analizarlo, empezamos a ver
un patrón en una gran cantidad de votos, que no podían atribuirse a ningún
votante o grupo de votantes. Les llamo 'votos zombi''', dijo Benoit a la AP.
Coincidiendo con lo manifestado por
grupos de observadores haitianos poco después de las elecciones del pasado 25
de octubre, Benoit apuntó que muchas de las credenciales emitidas para
representantes de partidos políticos parecieron facilitar el voto múltiple ya
que "mucha gente votó más de una vez". La conducta de varios
empleados de los centros electorales fue cuestionable, agregó.
Aunque en los comicios de octubre no
solo se elegía al nuevo presidente del país, la comisión de Benoit no hizo
ninguna recomendación para repetir esos votos. El parlamento de Haití está casi
completo tras dos rondas de votación el año pasado y hacer que varios senadores
y diputados abandonasen sus escaños complicaría enormemente la situación.
Privert ha dicho en repetidas ocasiones
que Haití no puede reiniciar el proceso de votación sin generar antes confianza
en la maquinaria electoral.
Los legisladores que nombraron a Privert
el pasado febrero pensaban que dejaría paso al nuevo mandatario electo el 14 de
mayo. Pero el lunes por la noche Privert dijo que el consejo electoral tiene la
responsabilidad de celebrar unos comicios legítimos y que el nuevo presidente
debería asumir el cargo a principios de 2017.
Funcionarios estadounidenses no se
pronunciaron de inmediato sobre las conclusiones de la comisión de verificación
de anular las elecciones presidenciales. Contribuyentes estadounidenses
aportaron más de 30 millones de dólares para que la nación celebre elecciones
durante este ciclo.
Representantes de la Organización de
Estados Americanos, que monitorizó el trabajo del comité de verificación y
habían dicho que los resultados oficiales del pasado otoño parecían legítimos,
también declinaron realizar comentarios.
El recuento oficial dejaba en primera
posición a Jovenel Moise, el candidato del partido Tet Kale que fue
seleccionado personalmente por el anterior presidente, Michel Martelly.
Los resultados fueron cuestionados por
grupos de observadores locales y por casi todos los demás aspirantes al puesto,
en especial por el segundo más votado, Jude Celestin. En su día dijo, que el
escrutinio que daba a Moise casi el 33% de los votos era un "fraude
masivo" y muchos grupos de la sociedad civil expresaron su preocupación
por la legitimidad de los comicios.
Miembros de la formación a la que
pertenece Moise dijeron que no tenían comentarios sobre las conclusiones de la
comisión.
En los últimos días, varias embajadas
extranjeras habían advertido a sus ciudadanos residentes en Haití que la
publicación del informe podría generar disturbios.
Pero tras el anuncio, el centro de la
capital, Puerto Príncipe, estaba en calma. Había una mayor presencia de cascos
azules de Naciones Unidas y policía haitiana en las calles próximas al Palacio
Nacional.
Jean Pierre, un residente en la ciudad
que tiene un pequeño negocio de fotografía de boda, dijo que esperaba que la
clase política acepte el resultado y siga adelante.
"Cada vez que los manifestantes
salen a las calles y queman neumáticos y aplastan autos solo hacen retroceder
al país", dijo.
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