Santo Domingo, Rep. Dom.
(19 Junio 2015).- El reconocido
médico dominicano Carlos Cuello Davison recomendó a las personas a que cuiden
sus condiciones de salud, en especial la cardiovascular, para que eviten el
riesgo de una muerte súbita, la que dijo se ha incrementado en los últimos años
alrededor del mundo.
Cuello,
jefe de División de Cardiología y director del laboratorio Intervencional de
Electrofisiología de los hospitales Physicians Regional Medical Center y
Collier Boulevard Medical Center en Naples, Florida, dictó una conferencia
auspiciada por el Círculo de Periodistas de la Salud (CIPESA) a la que
asistieron sus miembros y personal médicos de la Plaza de la Salud.
El
especialista, quien fue presentado por el presidente de Cipesa, periodista Luis
Cárdenas, expresó que entre los factores de riesgos que enfrentan las personas
están el hábito de fumar o participar en habitaciones donde alguien fuma, pues
subrayó que inhalar ese humo es mucho más tóxico que fumar directamente.
Advirtió
además que pueden conducir a una muerte súbita el colesterol alto, la ingestión
de grasas, los ejercicios extremos en las personas con problemas del corazón ya
conocidos, la presión y la diabetes descontroladas y la deshidratación.
Para
explicar la gravedad que representa este tipo de fallecimiento inesperado, puso
de ejemplo que en Estados Unidos esta es una de las principales causas de
muerte, afectando a más de 500,000 individuos por año, es decir 1,200
diariamente y 18 por segundo, superando las muertes por enfermedades de cáncer.
Sostuvo,
el médico, que aunque la muerte súbita
es la primera manifestación de enfermedad cardíaca, entre el 20% y 25% de los casos registrados, en su mayoría
son cardiópatas, personas que ya conocen que tienen una afección en el corazón.
Cuello
Davison alertó que la taquicardia ventricular es el inicio de la muerte
súbita y que ésta típicamente ocurre
cuando hay un trastorno del corazón. Describió que ese evento se presenta
comúnmente en un individuo que está perfectamente bien y de repente le da un
desmayo.
“La
taquicardia ventricular degenera en un ritmo caótico mayor que lleva a la
muerte súbita si no se revierte rápidamente”, dijo Cuello Davison quien
ocasionalmente viaja a Santo Domingo a atender pacientes en el consultorio del
doctor Douglas Bournigal, ubicado en la avenida Winston Churchill, edificio
Hilsa, frente al Banco de Reservas.
En
cuanto a los afectados dijo que son individuos que usualmente saben que tiene
una afección del corazón. “Tienen un corazón débil porque han sufrido un
infarto previo, un ataque cardíaco previo o un virus que le debilitó el
corazón. Otras veces, enfermedades congénitas o hereditarias pueden
evidenciarse con muerte súbita; aunque estos casos son raros, con frecuencia
otros familiares cercanos son afectados, y tienen alto riesgo de morir súbitamente
por igual, por lo cual deben identificarse y protegerse”, argumentó el galeno.
Agregó
que estas personas han sufrido falta de respiración con el ejercicio, han
padecido mareos y desmayos, con frecuencia tienen un electrocardiograma
anormal, “típicamente están siendo seguidos por un cardiólogo y ya son
conocidos cardiópatas, conocidos individuos con enfermedad del corazón”,
argumentó.
En
cuanto a la posibilidad de que un ataque cardíaco agudo derive en muerte súbita
dijo que sería un caso raro. “La verdad es que solamente un 4% de los infartos
agudos, es decir solo cuatro de cada cien individuos que tienen infartos agudos
al corazón terminan en una muerte súbita. Normalmente esos pacientes han tenido
un infarto muchos años antes y son afectados ahora y no antes por los cambios
en el corazón a través de los años que predisponen a ese ritmo caótico”,
sostuvo.
En
cuanto a que otros casos puedan degenerar en una muerte súbita explicó: “El
trastorno de ritmo del corazón es la causa de muerte súbita en 90% de los
casos. El otro 10% puede tener otras afecciones como por ejemplo, la arteria
aorta que es el vaso sanguíneo principal que sale del corazón, que puede estar
dilatado y de repente romperse, y se
desangra la persona en cuestión de segundos o minutos, y eso puede producir
muerte súbita. Un coágulo masivo o una hemorragia masiva del cerebro. Son
raros, pero son los factores más comunes no cardíacos que pueden llevar a una
muerte súbita”.
Sobre los
desfibriladores
El
doctor Cuello explica que “múltiples estudios han demostrado que los
medicamentos antiarrítmicos son nocivos, no se deben usar, pues han aumentado
la mortalidad, han disminuido la supervivencia, particularmente en presencia de
enfermedad del corazón. Los medicamentos antiarítmicos son venenos que afectan
el sistema eléctrico del corazón malo, dañado, pero también afectan el tejido
bueno, llevando así a un aumento en vez de una disminución de la muerte súbita
y no deben utilizarse”.
Por
otro lado, el desfibrilador automático es un aparato eléctrico que se implanta
debajo de la piel y va directamente al corazón, lo monitorea y en el momento
que detecta una arritmia potencialmente mortal produce un shock eléctrico que
la detiene y estimula el corazón en una forma normal hasta que se recupere
usualmente en uno segundos.
“Con
frecuencia el paciente ni siquiera se da cuenta que ha tenido un evento
potencialmente letal que fue tratado con efectividad por el desfibrilador. El
desfibrilador como no es tóxico, no causa otros daños en comparación con las
drogas y ha disminuido dramáticamente la incidencia de la muerte súbita antes
de que se produzca pero también ha disminuido la mortalidad en pacientes que ya
han sufrido una muerte súbita y que han sido resucitados exitosamente pero que
continúan a muy alto riesgo de muerte súbita”, informa el doctor.
Aconseja
que en razón de la creación del sistema de resucitación, sistema de rescate
911, es extremadamente importante entender que el tiempo en que se debe
efectuar la resucitación debe ser muy pequeño.
“Esta
se debe llevar a cabo rápidamente dentro de los primeros 10 minutos de la
muerte súbita para mejorar o casi garantizar una recuperación completa de todos
los órganos que han sido afectados por falta de circulación durante el momento
de la muerte súbita donde el corazón no está bombeando la sangre adecuadamente.
Basados en ese contexto es importante enseñar a la población a dar los primeros
auxilios eficazmente con los programas de resucitación básica de bombeo del
pecho y de otras asistencias que se pueden prestar como de respiración boca a
boca y otros elementos que mejoran el pronóstico de ese individuo mientras el
equipo más especializado llega al lugar”, sugiere el doctor.
Datos sobre el Dr.
Cuello
El
Doctor Carlos Cuello Davison especializado en electrofisiología cardíaca se
graduó de medicina en la UNPHU en 1977. Cursó estudios de Postgrado en el New
York Medical College, Lincoln Hospital en New York. Completó Felowship de 2
años de Electrofisiología en el Medical College of Pennsylvannia y en la
Universidad de Massachusetts.
Sirvió
como director del Laboratorio de Electrofisiología del “Doctors Hospital” en
Canton, Ohio y luego director del Centro de Fibrilación Auricular del “Tampa
Bay Heart Institute”, en St. Petersburge, Tampa.
Es
actualmente jefe de la División de Cardiología y director del laboratorio de
Electrofisiología Intervencional de los hospitales “Physicians Regional Medical
Center” y “Collier Boulevard Medical Center”, en Naples, Florida.
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