Por AP.-
Duesseldorf,
Alemania (30 marzo 2015).- ¿Cómo es posible que alguien a quien le diagnosticaron
tendencias suicidas alguna vez sea contratado como piloto comercial, encargado
de la vida de cientos de personas? Esa es la pregunta de la que todos quieren
saber la respuesta después que las autoridades confirmaron el lunes que el
copiloto de la línea Germanwings Andreas Lubitz recibió una larga psicoterapia
hace varios años. Según los fiscales, las 150 personas a bordo murieron por la
decisión de Lubitz, de 27 años, de estrellar deliberadamente el Airbus A320
contra los Alpes franceses el martes pasado. El avión volaba de Barcelona a
Düsseldorf. Lufthansa, la compañía matriz de Germanwings, se ha negado a decir
si sabía de los problemas de salud mental de Lubitz, pero dijo que el joven
piloto pasó todos los controles médicos. La autoridad aeronáutica del país no
hizo comentarios sobre la salud de Lubitz, a pesar de reconocer que los
registros en poder de la agencia muestran que necesitaba “exámenes médicos
regulares específicos”, más allá de la revisión anual requerida a todos los
pilotos.
“La Oficina Federal Alemana de Aviación no es responsable de la
evaluación médica sobre la aptitud de los pilotos para volar”, dijo la portavoz
de la agencia.
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